La infección de hepatitis C es causada por el virus de la hepatitis C (VHC).
Usted puede contraer la hepatitis C si la sangre de alguien con hepatitis C ingresa a su cuerpo. La exposición puede ocurrir:
Después de una punción con aguja o una lesión con objetos cortopunzantes.
Si la sangre de alguien que tiene hepatitis C entra en contacto con una cortadura en la piel o con los ojos o la boca.
Las personas en riesgo de hepatitis C son aquellas que:
Se inyectan drogas ilícitas o comparten agujas con alguien que tiene hepatitis C.
Han estado sometidas a diálisis renal durante mucho tiempo.
Tienen contacto frecuente con sangre en su trabajo (por ejemplo, un trabajador de la salud).
Tienen relaciones sexuales sin protección con una persona que padece hepatitis C.
Nacieron de una madre infectada con hepatitis C.
Les hicieron un tatuaje o acupuntura con agujas que no se desinfectaron apropiadamente después de haber sido utilizadas en otra persona (el riesgo es muy bajo con profesionales que tengan una licencia o permiso para hacer tatuajes o acupuntura).
Recibieron un trasplante de órganos de un donante con hepatitis C.
Comparten elementos de uso personal, como cepillos de dientes o máquinas de afeitar, con alguien que tiene hepatitis C (menos común).
Síntomas
La mayoría de las personas que estuvieron recientemente infectadas con hepatitis C no tienen síntomas. Algunas personas presentan amarillamiento de la piel (ictericia) que desaparece. La infección crónica por lo general no causa síntomas, pero se puede presentar cansancio, trastornos cutáneos y otros problemas
Tratamiento
Los medicamentos comunes utilizados son peginterferón y antivirales. Estos medicamentos tienen como objetivo:
Ayudar al cuerpo a deshacerse del virus.
Reducir el riesgo de cirrosis y cáncer de hígado, que pueden resultar de la infección prolongada con el VHC.
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